martes, 29 de marzo de 2011

narración 2

NARRACIÓN 2
En la actualidad hay personas que nos gusta cambiarnos el nombre, ejemplo de ellos en su mayoría son los niños que muchas veces les gusta que los llamen de otra manera menos por su nombre, porque no les agrada o porque simplemente en nuestra familia es común cambiarle el nombre, les contare el caso de Lilia, toda la vida la hemos llamado así, pero su nombre real es Rita porque nació el 22 de mayo día de Sta. Rita, y su madre le quería llamar Lilia y en ese tiempo el padre era el que registraba a los hijos, de esa manera todos la llaman Lilia sin ser su nombre.
Les contare una historia de Doroteo Arango un revolucionario que paso a la historia pero con el nombre de FRANCISCO VILLA, en el caso de este personaje hay varias versiones.
Una es que el jefe de los bandoleros se llamaba Francisco Villa, quién lo recogió y lo alimento. Por su lealtad se ganó la confianza del jefe de la banda. En una ocasión Francisco Villa (el jefe de la banda) fue herido de bala. Agonizando, nombro a Doroteo Arango como jefe de la pandilla de bandidos. Fue entonces que Doroteo cambió su nombre =Francisco Villa=, a petición de la banda que ahora él encabezaría.
Otra versión cuenta que el verdadero padre es en realidad Luis Germán Gurrola, pues Micaela Arámbula, su madre había sido su sirvienta y este al no reconocer a su hijo, fue bautizado por Agustín Arango, quién era hijo natural de Don Jesús Villa, abuelo paterno del muchacho, siendo de él de quien adoptó su apellido, llamándose Francisco Villa.
La versión más aceptada cuenta que una mujer de apellido Arango tuvo amoríos con Jesús Villa, que había pasado de residir en San Gabriel, Jalisco a San Juan del Río en el estado de Durango, y que de ellos nació Agustín Arango, aunque éste se debió haber llamado Agustín Villa Arango, (se desconoce las causas de por qué Jesús Villa no apellidó a su hijo y de por qué este tomó el apellido de su madre). Agustín Arango contrajo matrimonio con Micaela Arámbula, y de ellos nace Doroteo Arango. Finalmente, Doroteo Arángo retomo el apellido legítimo que su padre le contaba para así hacerse llamar Francisco Villa como medida para ocultar su identidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario